Descripción: Árbol de 5 a 12 m de alto. Corteza exterior marrón y exfoliante en láminas imbricadas. Ramitas terminales cubiertas de pelos ferruginosos. El desprendimiento de cualquier parte de la planta produce el flujo de una savia anaranjada. Hojas simples y opuestas, de 10-40 x 6-16 cm, oblongas o lanceoladas, con ápice acuminado, bordes enteros y base cordada o subcordada. Las hojas son verdes en el haz y marrón-castaño por el envés. Las hojas presentan puntos glandulares rojos o negros en el envés, visibles con una lupa. Pecíolo de 1-2.5 cm de largo y ligeramente acanalado en la parte superior. Flores blancas y aromáticas, con rayas moradas sobre los sépalos y los pétalos. Frutos globosos, de 1-1.5 cm de largo, verdes, tornándose rojizos al madurar, generalmente presentan los restos del cáliz en la base y los remanentes de los estigmas de la flor en la punta.
Datos Ecológicos: La especie crece a bajas y medianas elevaciones, en lugares húmedos o muy húmedos. En Panamá se encuentra en las provincias de Bocas del Toro, Chiriquí, Coclé, Colón, Darién, Panamá, Veraguas y la comarca de Guna Yala. Crece en lugares perturbados con suelos rojos y arcillosos. Florece y fructifica de mayo a octubre. Las flores son visitadas por abejas, avispas y mariposas.
Especies Parecidas: A menudo se confunde con LK vismba Vismia baccifera LK2 , pero en V. baccifera las hojas son más pequeñas y tienen la base redondeada.
Usos: La madera es empleada para leña y en la fabricación de mangos de herramientas. De la resina se obtienen tintes, taninos y aceites. En el pasado los grupos indígenas de nuestro país, utilizaban la savia anaranjada de esta planta para hacer un tinte y pintarse el cuerpo.